6 de marzo de 2006

Zamora... no se hizo en una hora, y ya sabemos porqué.

No me extraña que para decidir si una zona o lugar merece ser visitado, además de por las ruinas o vestigios antiguos que tenga, se toma como punto importante la gastronomía que posea, así como los buenos vinos.

Escribo en este caso para romper una lanza en favor de la ciudad de Zamora: la gran desconocida.

Situada junto al margen del Duero y regada por uno de sus afluentes, el Valderaduey, Zamora goza de un entramado de calles medievales, iglesias romáticas bien conservadas, y una catedral romática de estilo bizantino que bien merece la pena ser visitada y una exclamación de asombro por parte del turista que pasea entre sus calles.

Pero junto con esta imagen, que se cuela en la retina y permanece en la memoria, hay que añadir, el mimo con el que los zamoranos tratan sus vinos y el gusto con el que los sirven, deleitando al paladar de aquellos que permiten que este producto de la tierra riegue sus gargantas. Y... ¿que decir de los pinchos morunos? Um... solo de recordar el aroma que desprendían, y el sabor que llena la boca...

Y.. que podría decir más... ZAMORA: punto de destino.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto suena a panfleto del punto de Información y Turismo, pero estoy de acuerdo.

Aconsejo al personal ir a la procesión del Jueves Santo (la de la carcel o algo así se llama) y luego salir de fiesta por allí. ¡¡¡¡IMPRESIONANTE!!!!!. Sugiero ir y venir en tren, ya que hay unos atascos de mil demonios.

Perovsquita dijo...

Prometo que no he copiado ni una letra de los panfletos correspondientes. Es tal y como lo siento.

Anónimo dijo...

Algunos han pasado un buen fin de semana.

Anónimo dijo...

¿¿¿atascos en Zamora???
Supongo que es una broma. Ademas de ser una ciudad muy pequeña, tiene una perfecta autovía.

Yo si que tengo atascos todos los dias en la ronda Sur.