6 de junio de 2018

Momento

Sus dedos gráciles y delicados sostenían una copa de fino cristal donde un vino embriagador tintineaba de un lado para otro. Sus aromas se esfumaban lentamente con el movimiento acompasado de su mano.

Acercaba una y otra vez la copa hasta su boca, pero en ningún momento sus labios tocaron el líquido. Siempre alguna parte de la conversación requería que ella contestara y/o opinara. Esto pudo ocurrir durante al menos 2 minutos, hasta que, harta de tanta interrupción acabó de un trago con el.

Dejó por fin la copa sobre la mesa y mientras cruzaba sus piernas buscando una posición cómoda, buscaba en el interior de su bolso una cajetilla de tabaco. Acercó el cigarro hasta sus labios y con una firme aspiración encendió el cigarrillo.