12 de febrero de 2019

Tú, solo tú.

Si en mis sueños apareces,
tendiéndome la mano y mostrando tu sonrisa imperecedera,
si apareces con tus brazos abiertos,
acercando a mí tus dedos y caminando serena,
entonces... quiero sumergirme así en el sueño, bucear en sus profundidades, navegar al siguiente episodio.

Me dejas en el recuerdo un sabor agridulce, mezcla de la emoción por verte de nuevo y la tristeza de tener de acuciar de nuevo tu ausencia.
Pero aún así, cierro los ojos más y más fuerte intentando sumergirme de nuevo entre las fauces de Morfeo, para que me lleve al instante anterior, ese, en el que estabas a punto de decir algo, ese momento en el que iba a volver a sentir tu beso en mi mejilla y la fuerza de tu abrazo.

Ruego por que te pasees de nuevo entre mis sueños, volverte a ver, es esa brisa fresca que perfuma mis recuerdos y los protege de un olvido que no quiero.

Hoy ya te vas, ondeando tus rizos rubios y saltando como un delfín lo haría entre las olas del mar. Ese mar azul que permanecerá sereno en tus pupilas y que espero impaciente su vuelta, como las mareas en las noches de verano.

Tú.



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