28 de junio de 2007

Que No Me Hayan Visto.

Una de las cosas que menos nos gusta de tropezar en la calle, no es el riesgo a una caída más o menos aparatosa y de consecuencias más ó menos importantes. No. Lo que menos nos gusta de tropezar, es que nos vea la gente. Tratamos de disimular incorporándonos rápidamente, ó sonriendo aunque por dentro nos esté doliendo el tobillo como nunca nos ha dolido...

¿Porqué os cuento esto?

Iba camino de mi casa, despues del trabajo, cuando al cruzar una calle, yo iba un poco despistada, pero no tanto como para ver como una chica que iba mucho más despistada que yo, se comía, tal cual, una señal de tráfico. Debía de ir la chica tan embelesada en su mundo, que con su frente pidió permiso y mostró alabanza a la señal.

Justo en el instante posterior, yo me cruzaba con ella, tratando de disimular la sonrisa que nos aflora a todos, cuando vemos que la víctima del golpe no necesita ayuda, cuando escucho una risa procedente de una furgoneta que parada en el semáforo, le había dado tiempo a ver todo el proceso.

Jajajajajajajaja

El señor no paraba de reir y de sonreirse. Su compañero de viaje no debía de haber visto la escena, con lo cual, el señor buscaba con su mirada algún cómplice de su risa, hasta que me encontró a mí, que correspondí a su risa con una sonrisa.

Si, lo siento, pero... tuvo su pequeña gracia. Supongo que para la chica, más que el dolor provocado por su estampa en la señal, lo que más le preocupaba era eso de.... "Ufff... que no me hayan visto".

¿Os ha pasado alguna vez alguna situación que querais compartir?


Por cierto... ¿Os habeis fijado en la gracia de "los envíos urgentes" y la correspondencia con los corazoncitos en la señal de prohibido? A mi me parece gracioso.

3 comentarios:

pez dijo...

A mi me ha pasado varias veces con los bolardos, porque los ponen en el peor sitio posible para que uno se las de con ellos.

Molan lo de los corazoncitos en la señal de prohibido.

JuanMa dijo...

Lo bueno sería al revés: una señal de prohibido en el corazón.

Besos (prohibidos y de corazón).

Perovsquita dijo...

PEZ: Es verdad. Lo de los bolardos... Siempre están donde uno tiene que pasar!

JUANMA: ¿Prohibido acercarse a nuestro lado más débil? Sin riesgo no hay éxito, dicen algunos.

Saludos!