22 de junio de 2007

Paranoia verde, (por las sandalias).


Espera.
Quédate conmigo.
No quiero estar sola. Me da miedo la soledad.

No se escucha el bullicio animado de la gente en la calle.
Siento el frío que transmite tu ausencia.
Me da miedo el silencio. No quiero estar sola.

Deja que me amarre a tu senda. Deja que siga tus pasos.
Permite que por un instante seas tu quien guíes mi camino.
¿Donde están las baldosas amarillas? Tengo miedo a lo desconocido.

4 comentarios:

El búho rojo dijo...

Dirige tu vida por la mejor senda que puedas... unas sandalias verdes, siempre son una buena compañía... para empezar

JuanMa dijo...

No tengas miedo a la soledad, ni a lo desconocido.

Amárrate a su senda y sigue sus pasos, déjate guiar.

Pero que sea porque quieres, no porque temas no hacerlo.

Besos, Amiga.

pez dijo...

Muchas veces ese camino tan poco cuidado es el atajo que necesitabamos.

alida dijo...

Soledad, desconocido muchas veces trae bellas gratificaciones