6 de julio de 2010

A ciegas.

Háblame del mar, y de sus olas estrellándose contra el dique, de la espuma que regresa mar adentro cuando ya ha dejado su frescor en la orilla.

Cuéntame como se rompen los rayos del sol al entrar en contacto con el mar. De cómo los colores se dispersan por el aire y se positiviza la mejor película de la última sesión.

Susúrrame al oído palabras que solo tengan sentido para mí. Deja que sean ellas las que traigan a mi mente todos los recuerdos que alberga la caja ósea de mi ser.

Espérame en la balaustrada de los besos. Dónde los amantes sacian su sed con el tacto de la piel. Allá donde el viento juguetea con el cabello y no hay más rumor que el murmullo de las hojas.

Descríbeme la vida como tú la ves. Dime qué colores transmiten el fuego y cuales son los que hielan toda emoción.

Cógeme de la mano, que el camino, hoy es diferente al del día de ayer y no reconozco su trazado.

Se tú mi bastón y mis ojos en esta vida, que yo prometo ser tu apoyo en la futura....

2 comentarios:

JuanMa dijo...

Todos vamos a veces a ciegas (y necesitamos quien nos guíe).

Me encanta leerte otra vez.

Un beso.

Perovsquita dijo...

Muchas gracias por tus palabras JuanMa.
A ver si me obligo a escribir al menos de cuando en cuando...

Besos