16 de abril de 2007

En el mercado...

Me encanta el olor de los mercados.

Según por la zona del pasillo por el que te encuentres, puedes deleitarte con el olor de unos bollos recien salidos del horno, con la frescura de unos tomates casi, casi recién cortados, con el olor de los encurtidos en aquel puestecillo al lado de las escaleras, ó con aquel de la carne, donde los carniceros hacen un uso magistral y casi diría yo que maquiavélico del cuchillo y de la piedra de afilar.

Me encanta quedarme parada y observar cómo unos preguntan por la vez, otros solicitan número y aquel a quien están atendiendo, pide y especifica que tamaño, que cantidad y que tipo de corte quiere.

La zona de pescaderías nos trae un rinconcito del mar hasta la ciudad. Lenguadinas, pescadillas, salmonetes, truchas, congrios... dispuestos perfectamente sobre el hielo y regados, de cuando en cuando, por un fino hilo de agua congelada.

Y... escondido entre esa variedad se esconde el marisco. Gambas, nécoras, langostinos, bueyes de mar e incluso langostas, visten su traje de gala ante el consumidor, peinando sus bigotes sobre las cajas de poliespan.
Los pescaderos, desde lo alto preguntan al cliente y le informan de la pesca del día. Muy fresco, muy fresco, se les escucha a todos. Y... a la petición de "sin espinas y limpio", se les ve, como haciendo un corte aquí, un corte allá, con gran maestría limpian de "huesos" al pescado más fiero.

Me encanta el orden que impera ó que suele imperar en cada puesto. Y... me gusta imaginar las historias que subyacen cuando no esté presente el consumidor. Las relaciones entre los vendedores. Qué se escuchará cuando ya las luces se vayan apagando, y se limpien los puestos esperando al día siguiente, un día con el mismo trasiego ó quizás más.

3 comentarios:

El búho rojo dijo...

Olor, fragancia, aroma...

En el mercado se somenten ciertos sentidos a una extraña y mágica sensación de deseo... una necesidad básica de alimentarse, que puede modelarse en un placer llamado gastronómico...

Nunca dejes de hacer la compra disfrutando de esa manera...

alida dijo...

Los aromas son ricos, los relatos deben ser increíbles, me lo imagino charlando unos y otros observando la conversación del vecino del puesto

almena dijo...

A mí me encantan los vivos colores de las frutas y verduras. Y el olor, sí... el olor fresco y vegetal
:)