24 de julio de 2009

Un secreto.


- Tengo algo que contarte. Es un secreto, que no puedes contar a nadie. - Mientras lo decía, iba bajando el tono de su voz, hasta que la conversación terminó siendo un susurro.

- Creo que eres tú, la única persona con la que siento la necesidad de abrir mi corazón y mostrarme tal cual soy. Quiero agradecer este tiempo en el que has sido los oídos a todas mis palabras, y los abrazos a todas mis súplicas. Es por ello que tengo un regalo que hacerte. Estoy seguro que harás un buen uso de lo que te entregaré: Te regalo mi mundo, resguardado en esta canica.Te regalo mi mar, escondido en esta caracola. -

Y con estas palabras se esfumó, desapareciendo de la vista. Solo los ojos de quien puede ver, observaron que la cánica cambiaba de color...


4 comentarios:

El búho rojo dijo...

Aun dentro de una canica, pueden caber una infinidad de mundos, pues cada uno de nosotros, tenemos el nuestro propio y a pesar de todo, apenas ocupa espacio...

JuanMa dijo...

Es un regalo de esos que hay que valorar y cuidar como se merece.

Besos desde mi mundo.

Trece dijo...

Tremendos regalos...

La canica fabulosa, y la caracola???

Espero que la persona a la que van dirigidos sepa cuidarlos con mucho amor... (yo no sabría)

Besos cruzando provincias...

Diana dijo...

Lindisimo!