15 de julio de 2009

Curioso, ¿no?

Hoy, he encontrado un hermoso fruto que colmará los duros días de frío.

Lo he visto por casualidad, mientras recorría mi paseo matutino y ya habitual. Estaba medio tapado con unas hojas, pero su redondez y textura ha hecho que me fijase más atentamente y.... ZAS! allí estaba. Como.... como si estuviera esperando que alguien lo encontrara.

Desgraciadamente, ya iba demasiado cargada para traérlo, así que... lo he camuflado como he podido, rogando al cielo para que nadie más lo vea. En cuando pueda, salgo corriendo a por mi preciado tesoro.

Jejeje... ¡Yo que pensaba que el día no me iba a ser propicio!.... pero... mira por donde, me he confundido. Ahora mismo, no hago más que salivar pensando en mi próximo manjar.

He localizado un sitio donde lo he guardado hasta que se presente una buena ocasión para hacer uso de él. Algo así como lo que hacen los bodegueros con sus vinos más especiales. Se trata de una especie de orificio en una roca, que a su vez, está en contacto con la tierra. Yo creo que es el sitio perfecto. Porque está resguardado de los vientos y de la lluvia y creo que permanecerá en sus mejores condiciones.

(.....)



¿Sabéis que un alto porcentaje de los árboles que crecen se debe a las ardillas?
Olvidan donde han guardado las semillas, y éstas con el tiempo terminan por germinar.
Así que... este post, está dedicado con todo cariño a esos pequeños animalitos.



3 comentarios:

My life dijo...

I love squirrels!!!

Kisses.

JuanMa dijo...

Si es que a veces no es tan malo que se le vaya a uno la cabeza... ;-)

Besos despistados.

Anónimo dijo...

Jajajajaja jajajaja jajajajaja

Besos con la cabeza renovada...