31 de enero de 2008

Historia.

Cuando subí al vagón ellos ocupan 3 de las 4 plazas disponibles que había en ese lateral.

A pesar de ser solamente dos, la plaza restante, estaba ocupada por un montón de bolsas de color verde que sostenía una mano huesuda. Su propietaria, una chica con expresión triste y mirada perdida. A su lado, un chico con apariencia mas fuerte, que la rodeaba con sus brazos mientras le susurraba cosas al oído.

En un momento, su voz se hizo más alta y la conversación que mantenían se hizo audible para mi.

"Te va a quedar muy bien. Ya verás lo guapa que estás", le decía él. A lo que ella, movía negativamente la cabeza dudando de tal afirmación, "No se, no se", mientras sacaba de una delas bolsas verdes una lisa melena rubia.


1 comentario:

Anónimo dijo...

que horror que una mujer se someta así! A veces me angustia creer lo estúpidas que podemos ser las mujeres. Y no es sólo el acto en sí, sino también todo el universo de conjeturas que creamos para justificar nuestras actitudes pasivas frente al atropello de unos imbéciles!
Afortunadamente aún quedan unos cuantos hombres de verdad dando vueltas por ahí no? No???