15 de noviembre de 2006

"Hasta luego"

Cuando yo entre en el vagón, ellos ya estaban allí.

Charlaban animadamente. El ruido del tren y los demás rumores de conversaciones anexas apagaban la suya. (No puedo contaros de que hablaban, y dicho sea de paso, supongo que tampoco estaría bien.)

Ambos de pie, uno al lado del otro, mirando ocasionalmente por la ventanilla para no saltarse la parada.

Supongo que su destino estaba cerca, cuando ella se movió acercándose hacia la puerta.

En ese momento, el tono de su conversación cambió debido a algo que había recordado y que tenía que decir imperiosamente.
Su voz sonaba inquisidora cuando de su boca salieron las siguientes palabras:
"¿Has sacado las pechugas del congelador?".

Él, nego con la cabeza, e hizo gestos excusándose.

Ella, giró bruscamente su cabeza en dirección a la puerta de salida, y, mientras él susurraba dulcemente de sus labios un "Hasta luego", ella salió del vagón sin mirar siquiera atrás.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que luego las tienes que descongelar en el micro, y ya no saben igual. Yo entiendo perfectamente a esa chica.
Salud.

Perovsquita dijo...

Bueno, pues cambias de planes.

Haces una tortillita de patata, que anda que no está buenona...

Saludos!!

Acus dijo...

Yo me pongo en el lugar de él, porque soy muy despistado. Y no es un crimen que el pollo siga congelado, la chica se ha enfadado excesivamente por algo banal. Se daja para otro día, que congelado no se estropea.
Lo de la tortilla de patatas me parece bien, o también, la puedo invitar a comer fuera. Besis.

Seila Gamo dijo...

Joder, es que nosotras tenemos que estar en todo (tenemos un sentido de la logística bastante especial), porque seguro que no hay patatas ni huevos ni nada parecido para apañarse una tortilla de patata y ella sabe perfectamente que si se quiere comer en condiciones ese día, ¡¡¡hay que sacar las pechugas del congelador!!! que es que a vosotros no se os ocurre...
Y apuesto lo que sea a que no es el primer día que se lo tiene que recordar.
Yo, personalmente, estoy con ella.

Acus dijo...

Pues se hace lo siguiente, Pekadito: Día que al chico se le olvide algo que tenía que hacer, le tiene que recompensar de alguna manera (cine, cena, viaje...) a ella.
Aunque visto así..., el chico va a tener que recompensar a la chica casi todas las semanas, jajaja.
Así, ni ella se enfada, y él seguro que aprende a no ser tan olvidadizo...

Seila Gamo dijo...

Jeje, me gusta la ídea...