12 de septiembre de 2006

Cambiar una bombilla

Lo que podría parecer algo nimio... no lo resulta tanto.

Hace unos días... la bombilla del faro de cruce, del coche de mi chico se fundió.
Lo que en principio parecería y debería ser una tarea sencilla... termina siendo apta unicamente si se dispone de un doctorado en cambio de luces y faros de vehículos a motor.

Lo primero de todo: Abrimos el capó y miramos hacia el interior, con la idea, ilusa, por supuesto, de desenroscar la dichosa bombillita y poner la otra fácilmente. Al menos, esa era mi intención.
Pues bien.... Lo único que se ve cuando se levanta el capó, es una maraña de cables, tubos y recipientes que aún están calientes, con lo cual.. la idea de meter la mano e intentar palpar lo que podría ser una bombilla desaparece al instante.

Y... como buenos usuarios, cogemos el manual de instrucciones dispuestos a seguir prontamente las instruciones a pies juntillas para conseguir nuestro propósito.
Pues bien, no dispongo ahora de una copia de dicho manual, pero os puedo asegurar, que no había quien descifrara los pasos a seguir.
Estoy segura que si se hubiera tratado de un jeroglífico habríamos tenido más suerte.

Las indicaciones venían a decir algo así como: "Sujete la pestaña que se encuentra en el borde superior de la caja y gire la otra pestaña un octavo de vuelta en sentido antihorario, para que se logre la perpendicular de la pestaña anterior con una nueva pestaña, que a su vez sirve de sistema de apertura, siempre y cuando, se presione un cuarto de newton sobre el punto situado a 30 grados entre la vertical situada entre ambas pestañas."

Como os habreis imaginado, estas instrucciones son de mi invención, pero no distan mucho de las reales.
De hecho, despues de leer tan minuciosas instrucciones, cerramos el librito y empezamos a pensar en llevar el coche al taller. ¡Manda güevos!
¿y... si nos hubiera pasado en carretera? ¿Llamamos a la grúa directamente? ó... ¿Les pedimos a los señores agentes que nos cambien ellos la susodicha bombillita? ¿no debería tratarse de un proceso más sencillo?

En fin... Mientras tanto, compartiremos frustración con mas conductores, y que podeis encontrar aquí .

3 comentarios:

Lunarroja dijo...

¡¡A mí un día me ocurrió, en un coche de alquiler y junto a mis amigas, que no sabíamos abrir el capó!!

La solución estaba bajo el embellecedor con el logo de la marca. Había que meter ahí la llave.

Me has recordado a aquella peripecia...

Perovsquita dijo...

Pufff..

Se critica muchas veces a las mujeres porque no saben abrir el capó... pero... en el fondo ¿para que lo vas a abrir? si normalmente no hay nada que uno solo pueda arreglar.

Al menos en los coches de ahora, que tienen que visitar el taller a la mínima de cambio. Casí hasta para rellenar el agua de los limpiaparabrisas...

Me alegro haberte hecho recordar una anécdota curiosa.

Anónimo dijo...

todo esto me recuerda a que tengo que cambiar la dichosa bombilla (o bombillas) del puñetero coche britanico de los huevos.