Ya venía dándome cuenta unos cuantos días atras, al comprobar como las plazas de aparcamiento cerca de mi casa, han pasado de estar libres a estar ocupadas durante las 24 horas del día. Pero hoy... ha sido evidente la noción de que la temporada estival ha llegado a su fin. Y... no porque se trate del día 1 de Septiembre.
Durante estos meses de verano, en mi trayecto matutino en busca del bus que me lleva al trabajo, no me he cruzado con practicamente nadie en la calle.
Éramos dos: la calle y yo, y tan solo el silencio entre los dos.
Pero... hoy me he cruzado con una cara conocida. Bueno, una cara conocida, dentro del absoluto desconocimiento que entraña lo de cruzarse con alguien por la calle.
El caso es que de nuevo vuelve la rutina. La jornada de verano llega a su fin, y con ella las siestas en el sofá, y los días de piscina.
De nuevo, los mismos desconocidos somnolientos con sus sueños y sus quehaceres. Los mismos ojos adormilados
El mismo ruido de la ciudad. Los mismos atascos y el mismo olor de una combustión inacabada.
2 comentarios:
Así es lo bueno. Todo lo bueno se acaba. Ánimo para tu rutina!!!!
Muchas gracias!
Espero que os duren mucho los buenos momentos.
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