El monstruo verde que se oculta en el armario, solo sale de noche. Le gusta la oscuridad.
El monstruo, de grandes fauces y afilados colmillos, solo grita cuando cree que está solo y nadie más puede oírle.
Avanza lentamente por el pasillo, pero cualquier ruido ambiental le invita a buscar un escondite donde guarecerse.
Los niños le dan miedo. Sus voces agudas y estridentes le taladran los tímpanos de los oídos. Cuando los ve aparecer, busca refugio en lo recóndito de su armario, pero hoy, no se ha cerrado bien la puerta, y una voz al otro lado intenta abrirla, mientras un tímido "¿Hay alguien ahi?", se deja escuchar.
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