No me mires así.
Me da miedo la claridad de tu mirada y la redondez que a menudo presenta tu faz. Quiero evitar el contacto visual contigo. Me asusta que seas capaz de evocar en mí, sentimientos y sensaciones que jamás imaginé que pudiera albergar.
Hoy es uno de esos días, Luna, mi Lunita.
Hoy, debo esconderme de tus ojos, no verte y refugiarme del reflejo de tu luz. Temo los efectos que provocas en mi. Temo las consecuencias de pasar una noche contigo, de tu abrazo y tu arrullo.
El sabor de la sangre se acentúa en mis papilas gustativas. Los sentidos se acrecentan en mí, poco a poco. Incluso me parece escuchar, los avisos que los padres hacen a sus hijos adolescentes, increpándoles a quedarse en casa. Sin embargo, oigo como se escabuyen y salen a escondidas del hogar, y del resguardo de noches como hoy.
Apenas me influye la oscuridad para que sea capaz de encontrarlos más tarde. Me debato entre dos mundos paralelos. Entre lo bueno y lo malo. Entre el bien y el mal. Sin embargo, mi naturaleza no me la posibilidad de elegir.
Hoy... esta noche... ¡es para los licántropos!
(En el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna)
3 comentarios:
Es que por ella, parece que nunca pasa el tiempo...
Dímelo a mí, que paso las noches aullando hambriento...
Mordiscos.
aaaaauuuuuuuuuuuuuuuu!
Pellizcos.
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