Asomo timidamente la nariz para salir al exterior.
El frío aire, cortante me confirma la evidencia de la mala elección. No tenía que haber salido de mi cueva. Sin embargo, necesitaba tomar contacto con el mundo de nuevo. Y ahora... me arrepiento.
La próxima semana, confío en que las palabras se dejen atrapar por el magnetismo de la web. Hasta entonces... os deseo unos estupendo y felices días.
2 comentarios:
Feliz semana, de vez en cuando hay que husmear afuera, aunque la bufanda no tape la nariz, uno nunca debe arrepentirse de salir y tomar algo de fresco
Quizás tienes razón...
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