5 de septiembre de 2007

La caja de galletas.

Cuando se ponía de puntillas, a duras penas llegaba a rozar el agarradero de la puerta.

Había visto aquella caja de lata varias veces, y siempre llamaban su atención aquellos colores tan vistosos, aquella forma redonda, y el ruido que hacía la tapadera cuando se abría.

Aunque sin duda, lo que más llamaba su atención, eran las galletas que mamá guardaba en ella. Aquellas galletas de te ó de café, como solía decir ella, con un crujir que solo recordarlo ponía en funcionamiento sus papilas gustativas, y aquel regustito a mantequilla que te transportaba a los grandes prados, donde las vacas pastan por doquier, y un enorme granjero se encarga de ordeñarlas y procurarle alfalfa todos los días.

El caso es que allí estaba ella, con una silla perfectamente colocada debajo del armario, y con todas las fuerzas necesarias para encaramarse a ella y conseguir las ansiadas golosinas que celosamente guardaba la caja de galletas.

Abrió la puerta del armario, y estaban ya sus dedos sintiendo la frialdad del metal de la caja, cuando la silla se empezó a mover. Apenas tuvo tiempo para asirse a algo, la silla se tambaleaba peligrosamente, pero tambien el premio ansiado estaba cerca.

Si cogía la caja de galletas, podía caer, pero sino... tal vez no tuviera otra oportunidad.....

6 comentarios:

pez dijo...

No se si se caeria al suelo o no pero dime que cogio las galletas y pudo disfrutar con lo ricas que estan.

Y si no fue así miente que yo me lo creo.

Perovsquita dijo...

PEZ : por supuesto que pudo saborear las galletas.
Si se cree en la suerte, en algún momento tiene que llegar un poquito de ella, no?

pez dijo...

No se porque pero me imaginaba que no se moriria de hambre.

No te imaginas el peso que me quitas de encima, supongo que ella también tarde o temprano cuando se coma todas las galletas.

JuanMa dijo...

Al final siempre acaba uno comiendo alguna galleta.

La gracia está en el número de chichones...

Besos.

Perovsquita dijo...

JUANMA: Mira, no me había dado cuenta de eso. Quizás pensaba que la habitación era de esas que tienen las paredes almohadilladas...

Saludos!

Lazarillo en América dijo...

Creía que "La caja de galletas" se refería a la novela de Francisco Villena. JEJE ¡Me encantó de todos modos! Y, claro, por supuesto que se terminó comiendo algunas galletas.

Para quien le interese....
La caja de galletas