Los recuerdos son como cajas llenas de papeles arrinconadas en algún almacen. Sabemos que están allí, dispuestas según un orden que prefijamos una vez, y que nos pareció correcto en su momento, pero que, con el paso del tiempo ha ido dando lugar a un desorden totalmente organizado, pero que no sabemos encontrar.
De vez en cuando, recurrimos a los recuerdos, tratando de no olvidar aquellos acontecimientos que una vez nos hicieron reir, llorar, ó que simplemente se trataron de situaciones que vivimos tiempo atrás.
El problema aparece cuando queremos encontrar un recuerdo determinado. Estamos seguros de que lo hemos guardado, y estamos más o menos cerca de encontrarlo, siempre y cuando hayamos trazado antes un radio de acción más o menos acercado, pero... desgraciadamente, no siempre se encuentra tan focalizado como nos gustaría. Y... el grado de focalidad depende, en buena medida, de las ganas que se tengan por recuperar dicho recuerdo, y si hay alguien que te insta a recordarlo.
Entonces, la tarea de buscar entre el montón de cajas apiladas de recuerdos, se vuelve harto dura.
¿El porque de este tema? La verdad, no lo se. Supongo que estaré dándole vueltas a algún recuerdo que no he sabido recuperar.
4 comentarios:
Y cuando después de pasarte mucho tiempo buscando entre todas esas cajas aparece ese recuerdo cuando ya no lo necesitas.
Por supuesto. La ley de Murphy siempre tiene lugar en estos casos.
Saludos
Y que me dices que cada vez que bebes para olvidar en lugar de olvidar los malos recuerdos se hacen cada vez mas reales ..
Cosasa que tiene la mente humana .. seguro que Dios seria Informatico .. si hubiera sido Ingeniero nunca hubieran pasado estas cosas, jaja ..
Un besazo
En esos casos, lo mejor es pasar y pensar en otra cosa. A menudo, el recuerdo entonces sale solo (lo cual demuestra que simplemente se estaba haciendo el interesante).
Ojalá recuerdes y se aun recuerdo hermoso y feiz que te haga sonreir.
Besos.
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