Despues de lo ñoño de ayer, hoy me voy por otros derroteros, cosas del día a día, de... por que no, esta mañana.
Hoy, no tenía ganas de caminar, y he decidido coger el metro hasta el trabajo.
He tenido suerte y en la parada en la que me he subido había sitio para sentarme, cosa que he hecho. Tenía a mi lado una pequeña, con dos coletitas, y unos ojos muy abiertos y muy grandes.
Siguiendo con la norma de que los mayores tenemos que hacerle monerías a los niños, al sentarme, le he dicho "Holaaaa". (Vamos, que uno cuando se sienta en un bar, ó en un cine, no suele ir diciendo "hola" al resto de la gente que tiene al lado, con la excusa de que es bajito, que tiene dos coletas en el pelo, ó... lo que sea.)
La niña, me ha mirado, abriendo sus grandes ojos, y si os soy sincera, me he sentido idiota, por saludar a alguien a quien no conocía en absoluto.
Volviendo al tema.
Al poquito, la niña se ha levantado y se ha dirigido hacia la que yo supongo que era su mamá, puesto que se bajaban en esa estación.
Y... volviendo a la teoría esa de las monerías, en esta ocasión, he agitado mi mano a la vez que le decía "Adios". (Ahora, mientras lo estoy escribiendo, me estoy dando más cuenta aún, de lo absurdo de la situación.)
La niña, ha sacado su manita, en la que tanto su dedo índice como el meñique permanecían erectos, y agitando su mano, respondía así a mi despedida.
Sin asimilar del todo lo que estaba viendo, me he quedado unos instantes sin reaccionar: Coño! que me saca los cuernos la criaturita. Ni que fuera la niña de los infiernos!
Hay que joderse! Le va a volver a hacer carantoñas a un niño.... su madre y su padre, que para eso han estado empleando su tiempo en procrearla!
Y.. con este sabor de boca extraño, os deseo un estupendo fin de semana!!
3 comentarios:
Que bella vivencia, lo describes tan emocionante que me imaginaba que iba en el metro
Feliz fin
jajajaja
viajar en metro da para muchas reflexiones ¿eh?
:)
un beso!
No lo entendiste bien. Ella no es la niña de los infiernos, es la hija del metal!!!! Arriba los heavys. Era su forma particular de saludarte, no se lo tomes a mal, jejeje.
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