Si, roncar, ese es el tema de hoy.
Algún día tenía que salir este tema. Y... es que en el mundo debe de haber millones de personas que roncan, y otras tantos millones que sufren en silencio sus ronquidos, para su desgracia, por supuesto.
Roncar...
yo no se si será mas estimulante de cara a tener lindos sueños, o si favorecerá la digestión o la circulación de los glóbulos rojos hacia el corazón, pero lo que si que tengo claro es, que para la persona que oye los ronquidos lo único que estimula es la mala leche y la duda entre tapar al roncador con la almohada hasta que deje de emitir sonidos, taparle la nariz, o despertarle y al menos compartir insomnio, que ya dice el refrán que una alegría compartida es una alegría doble y una pena compartida es media pena.
¿Que hacer si alguien ronca en tus noches de sueño?
La única posibilidad que no sea del todo drástica, y que soy capaz de imaginar, es dormirse antes e intentar roncar tú antes de que te ronquen. Tambien podrías ponerte tapones en los oídos, pero... quizás no sea sano de cara a mantener el equilibrio o de cara a escuchar las sirenas de los bomberos si se produjera un incendio en el edificio...
Se admiten consejos.
¿Qué hacer si eres tú el que ronca?
Hay dos posibilidades, que ronques y quieras dejar de roncar, o que ronques y te lleves algún almohadillazo todas las noches y aún así no quieras cambiar la rutina.
Si eres de los primeros, puedes probar lo que una vez escuché en la radio y es que si se ponía un corcho debajo de la almohada se evita roncar, pero... no es muy probable que se tenga a mano, así que... no se me ocurre otra opción.
Igual que antes... se admiten comentarios aonsejatorios al respecto.
2 comentarios:
Como roncador profesional defiendo mi derecho a emitir ronquidos nocturnos que no sobrepasen la legislación local de contaminación acústica. Hasta el momento no he sido denunciado por lo que debo de estar dentro de la ley, si no es así que me denuncien.
La culpa no es del roncador sino de receptor de ronquidos por racano, que se pongan tapones yo se los pago.
Eso, eso, Perovsquita, ya sabes que hacer con el corcho...
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