Cuando subí al vagón ellos ocupan 3 de las 4 plazas disponibles que había en ese lateral.
A pesar de ser solamente dos, la plaza restante, estaba ocupada por un montón de bolsas de color verde que sostenía una mano huesuda. Su propietaria, una chica con expresión triste y mirada perdida. A su lado, un chico con apariencia mas fuerte, que la rodeaba con sus brazos mientras le susurraba cosas al oído.
En un momento, su voz se hizo más alta y la conversación que mantenían se hizo audible para mi.
"Te va a quedar muy bien. Ya verás lo guapa que estás", le decía él. A lo que ella, movía negativamente la cabeza dudando de tal afirmación, "No se, no se", mientras sacaba de una delas bolsas verdes una lisa melena rubia.